Editorial

LOS INCENDIOS PROVOCADOS Y LA AGRESIÓN A UNA MÉDICA EN CIEZA

Estamos atravesando una etapa calurosa. Han sido unos días muy duros en los que se hacía complicados pasarlos si no era pegado al aire acondicionado, en la piscina o en la playa. Estamos en pleno verano. Época estival de vacaciones y asueto que se refleja en la vida social y política de la localidad, que parecen haberse tomado una tregua después de varios meses intensos de actividad. Lo cual no es óbice para “echar el freno de golpe” pero sí para que el ritmo sea ostensiblemente menor.

En esta época de calores, además del periodo vacacional, siempre van asociados a los mismos otros factores mucho más preocupantes. En este sentido, este es un periodo donde son frecuentes los incendios. En ellos influyen factores medioambientales y metereológicos, como la limpieza del terreno y las altas temperaturas. Sin embargo, últimamente, otra serie de factores (humanos) son más dañinos. La imprudencia y, sobre todo, la intencionalidad provocan estragos en los parajes que son patrimonio de todos y de todas.

En Cieza hemos sufrido varios incendios en las últimas semanas. Incendios todos ellos intencionados que muestran la peor cara de la sociedad, del ser humano. Estos han sido los casos de los sucedidos en los solares de debajo de la Ermita, de la Avenida José Ríos Gil y de ‘El Menjú’. Especialmente preocupante es este último ya que no es el primer verano que se produce y el entorno tiene un condicionante natural único.

Cabe plantearse qué hay detrás de estos incendios. Si la acción criminal de pirómanos puntuales o si hay intereses ocultos detrás de los mismos. Lo que sí es seguro es que en el caso de que se consiga identificar al autor o a los autores se les debe aplicar todo el peso de la ley. Incluso las penas deberían endurecerse. Porque el daño causado al patrimonio natural de toda la sociedad es gravísimo y puede afectar a varias generaciones.

Por otro lado, no sabemos si las temperaturas afectan en el siguiente caso o es la mala educación y la percepción de creernos dueños y señores de “lo público”. Recientemente, en el Hospital de Cieza, se insultó y amenazó verbalmente a una médica residente. La paciente se dirigió a la facultativa en términos peyorativos y despectivos. La labor de los médicos es indispensable (y además gratuita) en el Estado del Bienestar. Se merecen el mismo respeto que a nosotros nos gustaría recibir. Definitivamente, así no avanzamos como sociedad, sino todo lo contrario.

 

 

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